domingo, 25 de marzo de 2012

Las proteínas que permiten sustituir las carnes rojas para vivir más y mejor.

EMOL, Vida sana.
Martes 13 de Marzo de 2012
Por Sebastián Urbina.


Un nuevo y masivo estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard entrega una conclusión inapelable: el consumo de carnes rojas aumenta la mortalidad general, así como la causada por enfermedades cardiovasculares y la que provoca el cáncer. Algo que preocupa a los expertos, ya que este tipo de carnes sigue siendo una de las mayores fuentes de proteína para la humanidad.

"Nuestro estudio agrega más evidencia a los riesgos de salud que tiene un alto consumo de carnes rojas, que también se ha asociado al desarrollo de diabetes tipo 2 y de infarto cerebral", dice el doctor An Pan, quien dirigió la investigación.

Basta consumir a diario un trozo de carne roja fresca del tamaño de una baraja de naipes (90 gramos) para que aumente el riesgo de mortalidad general en un 13%. Pero si la carne es procesada como una salchicha o dos torrejas de tocino al día, este riesgo aumenta en un 20%.

Semillas y legumbres.

Las cifras se obtuvieron al seguir a más de 37 mil hombres y más de 83 mil mujeres, por 22 y 28 años respectivamente. Al inicio del estudio, todos eran saludables a nivel cardiovascular y no tenían cáncer. Los resultados se publicaron ayer en la versión digital del Archives of Internal Medicine.

La investigación es la primera que especifica el daño de la carne roja fresca, por una parte, y la de productos procesados como son los embutidos, por otra. Si la primera eleva el riesgo de morir del corazón en un 18% y de cáncer en un 10%, la procesada incrementa el peligro cardíaco en 21% y de desarrollar tumores en un 16%.

"Este estudio provee evidencia clara de que el consumo regular de carnes rojas contribuye a una muerte prematura", dice el profesor de nutrición de Harvard, Frank Hu.

Pero en esta ocasión también se analizó el efecto de reemplazar una porción de esta carne por otra fuente de proteína. Por ejemplo, basta que alguien coma un día una porción de pescado y se reduce el riesgo de mortalidad en un 7%, si come ave este peligro cae en un 14%, con semillas tipo nueces y almendras disminuye 19%, así como 10% con legumbres, y 14% con granos enteros.


Con esto se demostró que "eligiendo fuentes de proteína más saludables en lugar de carnes rojas se obtienen beneficios para la salud importantes, que reducen la mortalidad y la morbilidad de varias enfermedades crónicas", dice Hu.

Para uno de los más prestigiados expertos en medicina preventiva, el doctor Dean Ornish, de la U. de California, en San Francisco, estudiar otras proteínas es un punto fuerte de este trabajo, ya que ofrece "todo un espectro de alternativas a las personas", sin dejarlas en el terreno del todo o nada.

Consenso emergente en nutrición.

Durante los últimos años, los estudios acerca de las distintas dietas han llegado a ciertos consensos: poco o nada de carnes rojas, así como muchos "carbohidratos buenos" como frutas, verduras, granos enteros y legumbres. Reducir los "carbohidratos malos", como los refinados del tipo azúcar de mesa, harina blanca o jarabe de maíz. Aumentar las "grasas buenas" como los ácidos grasos omega 3 del aceite de pescado y de linaza, y reducir las "grasas malas" como las trans y las saturadas. Por último, preferir más calidad y menos cantidad de comida.

viernes, 23 de marzo de 2012

En el consumo de drogas, la opinión de los pares es lo que más importa.

EM., VCyT., 11-03-12.

Estudio en escolares chilenos revela que la necesidad de validación entre pares explica el 61% de la iniciación de consumo.

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Quizás, lo más fuerte es el deseo de ser aceptado por el grupo. Por esto, el adolescente está dispuesto a seguir la moda del momento o hacer suya la opinión de sus pares. Y si para estos últimos consumir drogas es aceptable y bien visto, es muy probable que el recién llegado quiera probarlas.

"Esto es algo que observamos en el consumo de drogas como la marihuana, pero también lo vemos con el alcohol y el cigarrillo", dice Francisca Florenzano, directora nacional del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, Senda. La institución realizó el ejercicio de definir los principales factores de riesgo para el consumo de marihuana en escolares, usando su base de datos a nivel nacional, con estudiantes desde 8° básico hasta 4° medio.

Lo que encontró es que la opinión favorable de los pares hacia el consumo de esta droga, aumenta en un 61,2% la probabilidad de comenzar a fumarla y luego seguir consumiéndola.

"No queremos estigmatizar a los adolescentes. Por el contrario, es uno de los períodos más ricos, aunque también complejos de la vida, con una serie de libertades y espacios de exploración, pero que también tiene sus riesgos, que nosotros buscamos prevenir", explica la autoridad.

Familia y escuela.

El trabajo de Senda revela que compartiendo un segundo lugar en los factores de riesgo se encuentran la familia y la escuela. Por ejemplo, si en el grupo familiar existe un consumidor de marihuana, el riesgo de que el adolescente imite esta conducta aumenta un 51,4%. En tanto, si en la escuela existe "disponibilidad de droga", el peligro de consumo aumenta un 51,8%.

Y aunque parece ir en contra del sentido común, se ha visto que "el conflicto familiar" es el factor de riesgo que menos afecta el consumo, con sólo un 5,3% de aumento.

"Este estudio es bastante concordante con lo que sucede en Europa y EE.UU., y corrobora que los factores de riesgo de esos otros países también se observan en nuestros adolescentes", dice el psiquiatra Rodrigo Santis, de la Unidad de Adicciones del Departamento de Psiquiatría de la U. Católica. En su opinión, que se haya analizado el consumo de marihuana es importante, "porque es la puerta de entrada a otras drogas ilegales que pueden ser más adictivas".

Este especialista destaca que, de todas maneras, "los pares en general promueven más riesgo que protección".

Para la antropóloga Diana Kushner, directora de tratamientos de la Unidad de Adicciones de la Facultad de Ciencias Médicas de la Usach, hay que preguntarse "por qué el niño busca a los pares y se deja influir por ellos". Su impresión es que se trata de menores que tienen una percepción de "descuido, de cierto abandono o de no ser escuchados en su familia. Entonces buscan en sus pares otra familia donde sentirse comprendidos y queridos".

Entrenar a estos jóvenes en estrategias de autorregulación resulta fundamental. "El niño debe ser capaz de evaluar su conducta, de ver si le hizo daño a alguien, o darse cuenta de si él mismo está en peligro", dice Kushner. Los tratamientos para dejar las drogas apuntan justamente a facilitar estas herramientas, las que también deberían entregar la escuela y la familia.

"Mientras la escuela sólo se dedique a imponer una carga académica, tendremos niños ansiosos por no poder cumplir con lo que se les pide. Esta ansiedad impide la autorregulación", explica esta terapeuta. "Y como la marihuana calma la ansiedad y los evade, esto promueve el consumo", agrega.

En todo caso, Francisca Florenzano está optimista en este tema, ya que pronto se aplicará un plan de prevención, que se iniciará a nivel preescolar con metodología participativa, el que se extenderá hasta 4° medio. "El objetivo es que cada año vayan sumando habilidades y herramientas, para que llegado el momento puedan decir no al consumo de drogas", concluye.

Números:

-       4,6% de la población chilena es consumidora de marihuana.
-       5,3% es la prevalencia de consumo entre jóvenes de 12 y 18 años.

 (Fuente: IX Estudio Nacional de Drogas 2010).